El Colectivo de Afectados por Bajeras de Ocio de La Milagrosa en una primera valoración de la Ordenanza de bajeras de ocio que ha presentado
el Ayuntamiento puntualiza:
1.- Creemos que el horario que dicta la Ordenanza es
un volver al sentido común. Cuando se inició el fenómeno de las bajeras de ocio
tal como hoy lo conocemos, hará unos 15 años, era un horario que se cumplía de
modo espontáneo y natural. Era una generación con sensibilidad cívica y que
tenía en cuenta a los vecinos. Ha sido más tarde, con el
alquiler de bajeras profesionalizado y un relajamiento de las costumbres
sociales cuando hemos llegado a esta situación. Este horario es como volver al origen. Entre la reunión de una
cuadrilla de amigos cualquier tarde-noche y unos menores de edad jugando a la
play a las tres de la mañana cualquier día de la semana, hay todo un mundo.
2.- Esta Ordenanza está en la línea de las
recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y aceptadas en los
países europeos más avanzados. La OMS ha señalado el ruido en general y el
generado por el ocio nocturno en particular como la pandemia del siglo XXI. El
Ayuntamiento en esta materia va por delante incluso de un sector de la
ciudadanía que no acaba de comprender el problema del ruido. Y sabemos por
otros afectados que los ayuntamientos de las principales poblaciones navarras
están mirando de reojo a la normativa de las bajeras de ocio de la capital.
3.- Recordamos que la primera reivindicación de este Colectivo fue el de un horario. Las bajeras forman parte de la industria del
ocio y como tal tienen que sujetarse a una normativa de horario e
insonorización. No va enfocada a esas bajeras tipo taller creativo o
semejantes, que no se les oye. El ocio es muy amplio. Son las bajeras de
jóvenes las que causan molestias, sobre todo desde que comprendieron que en las
bajeras podían hacer lo que no les dejan hacer ni en su casa ni en la calle. Más
allá de puntuales dramatismos tipo “dónde vamos a ir o qué van a hacer con la
juventud si todo está muy caro”, lo cierto es que cuando este Colectivo se documentó
sobre el tipo de jóvenes que alquilaban bajera encontramos que tenían mucho de privilegiados.
En las quejas de y sobre la juventud existen muchos tópicos que debiéramos
revisar. Como sufridores del ruido juvenil tenemos derecho a decirlo.
4.- La
aceptación del horario puede relativizar otras peticiones que sin embargo nos
parecen básicas. Reivindicamos desmontar todo tipo instalación industrial de
anteriores actividades, tipo persianas de motores eléctricos, y que la puerta
de entrada a las bajeras sea como una puerta de piso normal.
5.- Revisar
la dinámica del sonómetro sólo válida para ruidos continuos y estruendosos.
Actualmente no es eficaz ante los ruidos discontinuos de tipo medio aunque sea
por encima de los niveles de decibelios permitidos. Mantener la normativa de
tope de decibelios actual.
6.- Mantener
la distancia de 100 m entre bajera y bajera de ocio. Una calle de cien metros
con ocho bajeras de jóvenes a una media de diez jóvenes bajera se le puede
llamar “zona saturada”. A veces los vecinos sólo se quejan a nosotros, pero
todo el que tiene una bajera cerca se queja aunque sea en voz baja, pero lo
cierto es que una bajera de jóvenes molesta por definición.
7.- Creemos
que el Ayuntamiento ha enfocado el tema de las bajeras de ocio y su horario de
manera correcta y avanzada. Que tengamos que reivindicar como prioritario el
derecho al descanso en pleno siglo XXI nos da idea de la degradación del clima
social. Por eso vamos a seguir con sumo interés la tramitación de la Ordenanza
de Bajeras de Ocio, y denunciaremos cualquier intento de hacer electoralismo
juvenil o demagogia de botellón u otras actitudes de tipo obstruccionista y
troyano.